Días vienen. Días van.

Solía matar el tiempo escondida entre recuerdos; manejando pensamientos a mi antojo. Mil cuestiones danzaban por mi mente, tal vez, buscando respuestas.
Una mañana cualquiera, se cuelan por mi ventana los primeros rayos de luz en mucho tiempo, los que han iluminado las absurdas ideas que vagaban sin rumbo por mi atormentada cabeza.

Gracias por aparecer en el momento justo; aunque ni siquiera sepáis que esto es para vosotros.

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